Se trata de emprendimientos aislados e individuales de aficionados a la producción de vino. Ya tienen voz en la Coviar
En los últimos años aparecieron, a lo largo y ancho de la bota, algunos emprendimientos individuales de aficionados al vino que quisieron probar cómo era elaborarlo en un ámbito diametralmente opuesto al más adecuado para el crecimiento de la vid: tanto el clima húmedo como la tierra fértil de la pampa húmeda, claves para la producción agrícola, son perjudiciales para las plantas de uva que requieren suelo seco, baja cantidad de nutrientes y un PH equilibrado, entre otras condiciones.
Pero eso no fue motivo de desaliento para casi dos decenas de productores de vino que, de norte a sur y de este a oeste de Santa Fe, iniciaron sus pruebas con el deseo de darse un gusto personal y (en principio) sin tantas aspiraciones comerciales.
Los había en Villa Trinidad y Rafaela; en Humboldt y en Llambi Campbell; en Carreras, Totoras, Laguna Paiva, Alcorta, Arteaga o Soldini. Y a medida que se fueron enterando de la existencia de otros colegas co-provincianos, empezaron a ponerse en contacto unos a otros hasta concretar la primera reunión. La conformación de una liga santafesina del vino se caía de madura: y así, bajo el lema de “la unión hace la fuerza”, le dieron forma a la incipiente Asociación Santafesina de Vitivinicultores.
La ASV es presidida por Edgardo Hunziker, oriundo de Humboldt, y tiene como colaboradores a la tesorera Milva Colombo, de Soldini; al auditor Marcos Bianchi, productor de Totoras; a los primeros vocales Mariano Borzani (de Soldini) y Claudio Gómez Poropato, quien vive en Granadero Baigorria pero está a cargo de la Finca San Esteban en Soldini, entre otros.
Via Sin Mordaza