Es uno de los puntos que surgió de una consultoría que realizaron expertos de la empresa Siemens, que estudiaron la ciudad con los mismos módulos de análisis que usan en Londres y San Francisco.
Es la primera ciudad del interior de la Argentina que accede a este nivel de asesoramiento —que además es pro bono— por pertenecer a la red 100 ciudades resilientes de la Fundación Rockefeller
La ubicación estratégica de Santa Fe —en el centro del país, en el eje del corredor bioceánico y a la vera de la hidrovía de los ríos Paraguay – Paraná— es un capital que la ciudad puede utilizar para profundizar su desarrollo como un nodo logístico, en sinergía con la reactivación de las líneas de los ferrocarriles de cargas y el proyecto del nuevo puerto.
Esta fue una de las estrategias de largo plazo, que un grupo de especialistas de la empresa Siemens recomendó luego de “pensar” a Santa Fe con los mismos módulos de análisis que se usan para detectar los desafíos y dificultades de ciudades como Londres, a la que la empresa asesora desde hace más de 170 años y en donde construyó el famoso edificio The crystal (el cristal) en el muelle Royal Victoria, un modelo de sustentabilidad global y un centro de exhibiciones de las tendencias que van a marcar el futuro de las ciudades inteligentes y sostenibles.
“Es muy importante para una ciudad mediana como Santa Fe acceder a un servicio de consultoría de nivel internacional, como el de Siemens”, destacó Andrea Valsagna, secretaria de Comunicación y directora de Resiliencia de Santa Fe, en una entrevista con El Litoral de la que también participó Matías Peres Copello, ingeniero en Ventas de Siemens Argentina.
Se trata de un consultoría pro bono —gratuita (“para el bien público”)— a la que Santa Fe accedió por participar de la red 100 ciudades resilientes de la Fundación Rockefeller, que implica apoyo logístico y financiero para conformar una Dirección de Resiliencia, asistencia técnica y la posibilidad de contar con consultorías de socios de la plataforma, que son empresas internacionales como Siemens, que en la Argentina ha trabajado junto al gobierno de la ciudad de Buenos Aires (Santa Fe es la primera ciudad que asesoran del interior del país).
En el análisis de corto plazo, la compañía señaló que se puede incorporar tecnología y sistemas de gestión para lograr mayor eficiencia en la gestión de la movilidad en la ciudad. “Una alternativa son los sistemas que adaptan las ondas verdes de los semáforos a los flujos de tránsito, para agilizar la circulación”, contó Peres Copello.
En Londres, una ciudad que desalienta que se utilice el auto en el área central de la ciudad y apuesta a la red de transporte público, se utilizan sistemas de cámaras que detectan las patentes de los vehículos y cobran un “impuesto de congestión” a quienes ingresan entre las 7 y las 18. En el mediano plazo, este tipo de tecnologías van a ser más accesibles para Santa Fe.
“Nosotros creemos que la movilidad en Santa Fe hay que pensarla desde el área metropolitana, con la mira en los próximos 20 años, y no solo desde el ámbito de la ciudad”, indicó Valsagna. “Las políticas para fomentar el uso del transporte público son centrales. Es el futuro de las ciudades”, aseguró Peres Copello.
Con más tecnología en la gestión, además, se puede utilizar la infraestructura que existe con mayor eficiencia. Es un punto sensible porque Santa Fe tiene dos “embudos” importantes en el Puente Carretero —que se satura en los horarios pico— y en el corredor del viaducto Oroño, por donde ingresan los 36.000 autos por día (22.000 de la ruta provincial N° 1 y 14.000 de la ruta nacional 168).
Monitoreo inteligente
Un tema que también se analizó es el funcionamiento del Centro de Monitoreo del municipio. En la actualidad está más enfocado en los hechos de inseguridad y en la asistencia a las víctimas de casos de violencia de género (con botones antipánico).
Lo que se pensó, en el marco de la consultoría de Siemens, es que también podría integrar el control de los semáforos, el centro de operaciones para los escenarios de riesgo hídrico y hasta el sistema de estacionamiento medido, que hoy funcionan en área separadas. “Se puede organizar para que sea como una capa que está por encima de todos ellos y los gestiona en forma integrada”, explicó Peres Copello.
En el marco de la estrategia de resiliencia de la ciudad, que se presentó a fines de junio de este año, desde el municipio se señaló que la violencia urbana, el déficit de viviendas y la degradación del hábitat, la obsolescencia de las infraestructuras y los problemas ambientales, la exclusión social y la falta de oportunidades para el desarrollo socioeconómico son algunos de los desafíos que tiene Santa Fe para crecer con equidad y sustentabilidad.
La capacidad de sobrevivir y adaptarse
En el libro que compila la estrategia de resiliencia de la ciudad, se explica que el concepto surgió en la década de 1970 para describir la capacidad de un sistema para mantener o recuperar su función luego de un evento disruptivo. También se define a la resiliencia urbana es la capacidad de los individuos, comunidades, instituciones, empresas y sistemas que se encuentran dentro de una ciudad para sobrevivir, adaptarse y crecer sin ser afectados por las crisis o tensiones que acontecen en su entorno.