En una charla entrenenidisima con el Periosdista/Escritor Marcos Villalobos nos contó al aire de Super Deportivo, una historia increíble con la que abre su libro pronto a salir «HUELLAS»
Un partido cambió su vida; sin saber quién es, quiénes son las personas que le rodean o cuántos años tiene. Así vivió durante 46 días César Torres, jugador de fútbol amateur del Flitz Simón, equipo de la liga Regional de Río Tercero, Córdoba.
Era abril de 2007 y el Recreativo Elenense se enfrentaba al Flitz Simón. En un momento del encuentro, Nicolás Gigena golpeó con fuerza al balón, pero la nunca de Torres se interpuso en su trayectoria. Instantes después, Torres yació en el suelo sin saber qué ocurrió, dónde estaba o quiénes eran todas esas personas vestidas de corto.
Teresa y Leopoldo, los padres de Torres, recordaron lo que César no. No sabía ni quienes eran ellos, sólo que le decían Checho, tenía 21 años y estaba jugando al fútbol, cuando quedó en blanco.
Lo revisaron, le hicieron estudios y lo diagnosticaron con amnesia, por la hinchazón en la corteza cerebral, según publicó el diario La Nación.
A los pocos días, Torres intentó continuar con su vida, una vida que solo conoció gracias a lo que le contaron sus padres. Teresa le había dicho que llevaba tres años trabajando en una fábrica, al cual trató de reincorporarse.
El 7 de junio, 46 días después del fatal incidente, Torres se fue a la cama a echarse su rutinaria siesta, con la radio como único acompañante para amenizar las horas. Y ahí sonó una canción de La Mona Jiménez. «Paloma Loca», que empezó a cantar completa, en ese momento se dio cuenta que estaba en la casa de sus padres, que nada le gustaba más que jugar al fútbol y todo lo demás.
Con la impronta de Marcos Villalobos nos regalo una historia que nos mejoro el momento. Gracias Marcos por compartir tu tiempo con nosotros