La nave había desaparecido en 1968 con 52 hombres a bordo. Fue ubicado por el Seabed Constructor, el mismo barco que dio con la nave argentina en noviembre pasado.
El submarino francés Minerve se hundió en tan solo cuatro minutos en el Mediterráneo el 27 de enero de 1968 con 52 tripulantes a bordo, por razones que, hasta la fecha, no lograron ser esclarecidas.
Medio siglo después, y a pedido de los familiares de los tripulantes, se reactivó la búsqueda de la nave y este fin de semana hallaron sus restos a 45 kilómetros del puerto de Tolón, al sureste del país.
El barco estadounidense “Seabed Constructor”, de la empresa Ocean Infinity, fue el responsable del hallazgo, el mismo navío que dio con el ARA San Juan el 17 de noviembre pasado, el submarino de bandera nacional que desapareció un año antes con 44 tripulantes a bordo.
Fueron precisamente estos recientes avances tecnológicos en exploración submarina los que animaron a los familiares de las víctimas del naufragio a solicitar la reapertura de la búsqueda, durante el 50° aniversario de su desaparición. El pedido se hizo efectivo en octubre de 2018, y este año arrancó la pesquisa que logró dar con del buque.
El “Seabed Constructor” arribó a la costa francesa el martes pasado, después de que los especialistas hubieran acotado una zona donde era probable que se encontrara La Minerve.
De la empresa anterior dedicada a la búsqueda del submarino, inmediatamente después de haber perdido señal, había participado incluso el reconocido comandante Jacques Cousteau a bordo de su minisubmarino.
Varias fueron las hipótesis sobre el motivo que provocó su hundimiento: una colisión con un barco, la explosión de un misil, daños en la popa, un accidente en el tubo de ventilación o un torpedo. Hasta el momento, ninguna de ellas pudo ser confirmada.