Es posible que para las nuevas generaciones este hecho tenga sabor a poco. Pero los que vivimos esos momentos en 1983 lo recordamos con un profundo sentimiento. Un 30 de octubre del 83 los argentinos volvíamos a votar, recuperar el Estado de Derecho, elegir y ser elegido, fue el comienzo de la recuperación de un país que nos habían robado los militares y sus socios civiles.
1983 fue para muchos, y para mí en especial, cruzar una línea de tiempo para llegar a la otra orilla donde estaba lo luminoso, la tierra prometida. Fue salir de una larga noche de terror donde vivíamos amenazados y con miedo.
Toda la sociedad había perdido, contábamos los días para que llegue esa elección .
Nos tocó a los jóvenes, yo con 23 años, junto a los más grandes aprender todo sobre lo que era armar un partido político, afiliar, organizar una campaña, acostumbrarnos a entender que había personas de otros partidos políticos que pensaban distinto a nosotros y que todos teníamos las mismas reglas de juego que respetar y que estaban dentro de una gran ley que se llamaba Constitución y aprender cómo funcionaba el sistema electoral.
En San Cristóbal recuerdo a muchos de aquellos primeros militantes políticos, que sentimos la necesidad de hacernos cargo de la reconstrucción de una patria que salía de terapia.
Integré la primera organización de juventudes políticas de la ciudad en un momento histórico, fue la conformación del Movimiento de Juventudes Políticas, el MO.JU.PO.
En nuestra ciudad participaba Adolfo Schiavi por la UCR, por el Partido Intransigente Néstor Torres y quien aquí escribe, por el PJ Mónica Alvarez, Hugo Vargas, por el Partido Comunista Beto Miranda, entre otros protagonistas de aquellos días y que eran muchos. Fue un momento único donde miles de ciudadanos se volcaban a las calles, creíamos en la oportunidad de cambiar la historia que venía asolada por golpes militares desde el derrocamiento en 1930 de Hipólito Yrigoyen en adelante, hasta ese domingo 30 de octubre de 1983, donde don Raúl Alfonsín nos sorprendía con un contundente triunfo seguido por el PJ y el PI en tercer lugar. Desde ese momento la sociedad firmó un contrato social y político de profundo sentir democrático, con la regla fundamental de respetar la voluntad de todos, en un momento muy difícil, donde los militares seguían teniendo gran parte del poder de las armas. Aunque desacreditados absolutamente, ese factor de poder seguía presionando para no ser juzgados por las atrocidades que realizaron desde el golpe de 1976.
No eran tiempos fáciles, nadie estaba seguro, y vinieron las arremetidas de los carapintadas y fue el pueblo que se paró de manos y salió a defender a su presidente, al igual que en la Tablada. Luego sufrimos momentos malos y buenos, pero a nadie se le ocurrió desde aquel momento romper las reglas sagradas de la democracia.
Por eso en este momento en que algunos ponen en duda el sistema democrático, es importante recordar esto que hoy conmemoramos, especialmente que los más jóvenes sepan que este camino está repleto de nombres que dejaron todo para que hoy podamos vivir con libertad, con derechos, con representantes que son electos para hacer las leyes que nos rigen, con un ejecutivo que lleva ese marco legal como límite para hacer cumplir esas leyes y con una justicia que garantiza el cumplimiento de lo que se ejecuta.
Esta es la base de nuestro sistema, que quedó fijada en aquella elección de 1983 y que la gran mayoría de los argentinos estamos dispuestos a defender. Democracia Siempre!
Por Carlos Lucero para El Departamental San Cristobal