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La sociedad entre Sancor y Fonterra podría terminar de concretarse a mediados del próximo año

La compra de la cooperativa SanCor por parte de la firma neozelandesa Fonterra podría demorarse entre cuatro o cinco meses. Esto se debería por un lado a que deben resolver el despido de alrededor de 2500 empleados y por otro es el tiempo mínimo que llevaría el proceso de venta de los activos a una nueva empresa que deberían constituir donde Sancor tendría un 20 %. Además Fonterra pretendería que se recupere la línea de frescos vendida a Vicentin.

La empresa Fonterra habría impuesto nuevas condiciones en las negociaciones por la compra de la mayor parte de Sancor, manifestaron fuentes cercanas al consejo de administración, entre ellas se destaca la negociación con los acreedores manifestando la necesidad de establecer un cronograma más extenso en plazos para afrontar la deuda.
Otro de los aspectos planteados para viabilizar la operación es la reducción de la planta de personal en la que Sancor debería hacerse cargo de despedir a alrededor de 2500 trabajadores y la recompra de la línea de flanes, yogures y postres que SanCor vendió a Vicentín.
La misma fuente considera que la readecuación del cronograma con los acreedores puede ser factible, el achicamiento de la planta de personal más allá que seguramente deberán negociar la cantidad que podría reducirse de 2500 a 2000 empleados, no existiría demasiados inconvenientes a partir que el gremio resolvió no intervenir dijeron.
El otro condicionante que es la recompra de la elaboración de la línea de frescos que había sido vendido en 100 millones de dólares, es el que mayor dificultad estaría presentando, ya que habrían propuesto que sea adquirida en 65 millones de dólares. Al reducido monto de oferta se suma a que la empresa Vicentín ya habría dicho que no tiene en sus planes desprenderse de la elaboración de esos productos, pero sostuvo la fuente seguramente mejorando la oferta del negocio se podrá llegar a buen término.
Una vez que resuelvan estos temas para terminar de cerrar las negociaciones, deberían constituir una nueva empresa que estaría integrada en un 80 % por Fonterra que se quedaría con ese porcentaje a partir de hacerse cargo de la deuda que la entidad cooperativa debe afrontar y un 20 % por Sancor. Una vez constituida la nueva sociedad, Sancor deberá realizar la asamblea de asociados para aprobar la constitución de la nueva empresa y transferir los activos a la misma. Todo ese proceso no lleva menos de cuatro a cinco meses, por lo que la situación no existir ninguna complicación recién podría concluirse para mediados del próximo año.
La nueva sociedad liderada por una de las mayores empresas mundiales seguirá con las plantas Sancor en Chivilcoy, San Guillermo, Morteros, Balnearia y Sunchales y obviamente se quedará con el principal capital que es la marca.
Las plantas industriales de Gálvez, Devoto y La Carlota una vez concluida las negociaciones serían puestas a la venta, mientras que las cuatro plantas cerradas la única que seguiría sin negociaciones concretas es la planta Brinkmann, ya que la de Moldes quedaría a cargo de la Cooperativa de Tamberos de Huanchilla, Centeno ya estaría trabajando a través de la empresa La Tarantella y por la de Coronel Charlone,  estaría interesada una empresa de la provincia de Buenos Aires
Un tentador negocio
Fonterra no es la única empresa interesada en Sancor, son varios los grupos lecheros internacionales que quieren quedarse con la empresa y hasta firmas que nada tienen que ver con la lechería tienen interés por Sancor, pero desde el gobierno nacional vendrían apuntando a que sea Fonterra quien tome el control de la cooperativa láctea más importante del continente.
Fonterra opera en Brasil y Chile pero no lo hace en Argentina, en ese marco el gobierno nacional apuesta a que la neozelandesa se quede con la cooperativa de los tamberos para poder mostrar el desembarco en el país de un jugador global
El desembolso del total del dinero comprometido y las deudas impositivas que Sancor tiene vendrían siendo utilizados como herramientas de presión para que el principal grupo exportador de lácteos del mundo se quede con uno de los mayores potenciales de industrialización de la lechería argentina.
La situación también habría sido utilizada por el gobierno conducido por Mauricio Macri para transferir mayores ganancias al resto de las empresas lácteas, presionando al gremio lechero para modificar el convenio laboral, reduciendo de esa manera el poder adquisitivo de los trabajadores, pero a pesar del compromiso de liberar unos 250 millones de pesos para disminuir la presión sobre Sancor, después de la firma del acuerdo con Atilra, desde los organismos de gobierno salieron a decir que se hará efectivo cuando Sancor avance en un plan serio, es decir cuando la empresa propiedad de los tamberos sea transfería al grupo que ellos indiquen, pero no para salvar a la cooperativa, sino para subsidiar al grupo extranjero.
Allegados a la cooperativa manifiestan que desde el mes de junio Sancor vino mejorando su performance económica, logrando cubrir parte de su deuda con proveedores y trabajadores, demostrando que si la decisión política desde el Estado, fuese la de sostener el movimiento social productivo en lugar de buscar la transferencia a capitales extranjeros, instrumentando el otorgamiento de un crédito blando a largo plazo y un cronograma de pago de deuda similar al que plantean para con Fonterra, sumado a las modificaciones que vienen realizando en el sistema productivo existirían posibilidades concretas que Sancor siga funcionando como cooperativa manejada por los tamberos para la defensa del precio justo de la materia prima, no solo de ellos, sino de todo el sistema productivo lechero nacional como vino ocurriendo en las últimas ocho décadas, algo que va a contramano del libre comercio que sostiene la política del gobierno nacional, que como resultado de la transferencia de Sancor a capitales internacionales traerá aparejado la profundización de la concentración productiva como herramienta para el empobrecimiento de los pueblos y ciudades que conforman la cuenca lechera central de la Argentina, la más importante productivamente del continente americano Un negocio tentador para cualquier grupo económico – financiero.
 
Recorte de precios al tambero
Los productores lecheros neozelandeses podrían sufrir un recorte en la proyección sobre el precio para la temporada 2017 – 2018, como consecuencia de haber sufrido el cuarto descenso consecutivo en el precio de las licitaciones globales que lidera la cooperativa Fonterra.
En Argentina ante el cierre de tambos como consecuencia de un gobierno ausente sin que tomara las medidas que corresponden para sostener al sector, arroja una caída de producción del 14 % y frente a la proyección de concentración productiva como parte de las políticas que se vienen implementando es altamente probable que sigan percibiendo los tamberos un bajo precio. Esta política viene siendo acompañada por las entidades gremiales que dicen representar a los productores que poco a poco vienen desapareciendo.

Fuente: Regionalisimo

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