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Mauricio Teiler es brinkmanense y hace dos años que está en Morteros. Sufría de obesidad mórbida y deja su mensaje para que quien tenga el problema, tome la decisión de operarse.
«Me operé porque había indicios de que mi cuerpo ya no lo iba a soportar», aseguró Teiler, quien pesaba 200 kilos.
«Me faltaba el aire, tenía sensaciones de asfixia y todo lo que genera la obesidad», agregó. Contó que se preparó psicológicamente un año antes de operarse: «es para ver si después de operarte podrás mantener una conducta».
Mauricio recordó que bajó 31 kilos antes de operarse: «a mi me hicieron una manga gástrica, con la que te extirpan el estómago y te lo dejan más chico».
Después de la operación «tenés cinco días de internación y es incómodo, pero yo traté de empezar este cambio en mi vida antes de la operación», remarcó.
Un año antes de operarse, Mauricio dejó de tomar alcohol, de comer comidas pesadas y comenzó a hacer ejercicio.
«Te aseguro que la obesidad es como una adicción tan fuerte como las demás, con la diferencia de que estás más aceptado», expresó, pero resaltó que «no hay un obeso, en el mundo, que quiera serlo».
«En la fuerza de voluntad está la clave», concluyó.
Fuente: San Guillermo Noticias